Las tarjetas prepago se caracterizan por su sencillez de uso y por ofrecer numerosas facilidades a la hora de adquirir productos, ya sean en comercios físicos o en comercios electrónicos.

Así pues, a la pregunta de qué es una tarjeta prepago o monedero, la respuesta es sencilla: aquellas tarjetas que se recargan con la cantidad de dinero que necesites, hasta un límite determinado, para utilizarla en tus diferentes gastos. De hecho, es posible hacer todas las operaciones que se deseen hasta que el saldo acumulado se agote, evitando así cualquier tipo de deuda.

¿Cómo funciona una tarjeta prepago?

El propio Banco de España resume el concepto de este tipo de tarjetas recargables: "Necesitan tener un saldo precargado para poder usarlas, de modo que, al realizar una compra, el importe se descuenta del saldo cargado. Para obtenerla no es necesario abrir una cuenta bancaria"1.

Dentro de las tarjetas prepago, podríamos diferenciar entre dos tipos. Las hay que se emplean en todo tipo de establecimientos y otras que están especialmente indicadas para las cada vez más habituales compras online. Por ejemplo, es el caso de la Tarjeta Prepago eCommerce, una tarjeta virtual exclusiva para tus compras online.

Ventajas de las tarjetas prepago en tus compras online

Este medio de pago supone una alternativa a las tarjetas de débito o crédito tradicionales, pues permite controlar mejor los gastos al estar precargada con un importe determinado.

En este caso, el Banco de España apunta las ventajas de su uso, especialmente para las personas mayores. Así, menciona la seguridad, la comodidad, la eficiencia y la variedad1 como características más destacadas para gestionar los gastos y evitar cualquier tipo de fraude que afecte directamente a la cuenta corriente. Si se pierde, hay que "avisar cuanto antes al banco del extravío o robo para que la bloquee y así el dinero siga estando seguro", explica el Banco de España1.

Profundizando en las ventajas mencionadas por este organismo, las tarjetas monedero no solo son adecuadas para las personas mayores, sino que suponen un método perfecto para controlar el gasto de los hijos o de aquellas personas que no dispongan de cuenta corriente.

  • Se limita el saldo y cuando se acaba, la tarjeta ya no se puede utilizar. De ese modo, no se adquieren deudas por un consumo exacerbado.
  • Añade un extra de seguridad a tus compras, ya que los posibles delincuentes que quieran hacer uso de ellas en caso de hurto o de hackeo solo podrán acceder a una cantidad determinada de dinero al no estar el cargo asociado a una cuenta bancaria, como sucede con una tarjeta de débito.
  • Son especialmente útiles en los viajes a otros países, ya que limitan el saldo que se puede gastar, y si necesitas retirar efectivo del cajero, podrás hacerlo también. Confirma con tu banco las posibles comisiones que esta operativa pueda tener.

Ahora que ya lo sabes, sácale todo el partido a una tarjeta prepago en tu día a día.


1Ayuda a tus mayores con sus finanzas: utilizar la tarjeta bancaria en sus transacciones | BdE

Este artículo ha sido redactado sin ánimo de exhaustividad y con efectos meramente informativos, sin que el mismo suponga ningún tipo de asesoramiento o recomendación por parte de Open Bank, S.A. Para confirmar la información acuda a fuentes de información oficiales o consulte con un profesional. Open Bank, S.A. declina cualquier responsabilidad por la emisión del presente artículo.

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