"Los precios no dejan de subir" o "las cosas están cada día más caras" son frases que cada vez se repiten más a la luz del incremento de la inflación y del aumento del precio de los combustibles y otras materias primas que están repercutiendo en un incremento de los costes de los productos.

Este hecho es especialmente evidente en la cesta de la compra. Según un informe reciente de la Organización de Consumidores (OCU)1, se ha producido un incremento medio del 9,4 % en el coste de la cesta de la compra en el último año, lo que podría dar lugar a un aumento de más de 500 € al año en la compra de una familia media. Por ello, intentar ahorrar lo máximo posible en la compra cuando se va al supermercado es aún más necesario, y hay algunos trucos que nos pueden ayudar en esta tarea.

  1. Planificar los menús semanales. Pensar qué vamos a comer y cenar durante la semana puede dar un poco de pereza, pero permite saber qué productos vamos a necesitar para elaborarlos. De esta manera no compraremos otros bienes que puede que no utilicemos y terminemos desperidiciando. Además, también nos permite ahorrar tiempo en nuestro día a día.

  2. Tener en cuenta los productos de temporada. En los productos frescos, como verduras y frutas, esto puede marcar la diferencia. Por ejemplo, el precio del kilo de sandía puede variar significativamente si lo compramos en diciembre respecto a si lo compramos en verano, cuando la producción es mayor y el producto se abarata.

  3. Hacer una lista de la compra. Probablemente este sea el consejo más recurrente, pero no por ello deja de ser efectivo. Si llevamos apuntado lo que realmente necesitamos comprar tras haber planificado nuestros menús, así como el resto de productos que necesitamos (limpieza, higiene personal. etc.) nos será más fácil no desviarnos y adquirir solo lo que de verdad necesitemos.

  4. No dejarnos llevar por las ofertas. Llevar apuntado lo que queremos comprar también nos hará más sencillo que no nos dejemos seducir por las ofertas que encontramos en los lineales de los supermercados sin previamente analizarlas en profundidad. Evidemente, algunos descuentos nos favorecerán si se trata de productos que necesitamos o que consumimos habitualmente y conviene aprovechar, pero en otras ocasiones no será así y debemos evitar el comprar algo simplemente "porque estaba barato".

  5. Observar el precio del kilo. Tanto cuando vamos a comprar algo que está de oferta, como cuando queremos adquirir un producto a su precio habitual, conviene ver cuánto cuesta el producto si lo compramos en mayor cantidad (kilo, litro, etc). A veces, un mismo producto de una marca, puede salir más caro si nos lo llevamos en un tamaño menor y puede convenirnos adquirir un formato más grande. Por ejemplo, el atún puede costar a 12 €/kg si lo compramos en latas pequeñas y a 10 €/kg si la lata es de mayor tamaño. Evidentemente, habrá que ver si el formato mayor se ajusta a nuestras necesidades, porque no hay que desperdiciar comida, pero hay algunos productos no perecederos, como por ejemplo los de limpieza, donde sí puede supornernos un ahorro en la compra.

  6. Aprovecha el congelador y despensa. Comprar productos con un formato mayor, aprovechar las ofertas 3x2 o la segunda unidad a mitad de precio puede suponer un ahorro, si tenemos lugar para guardarlos. Así que, si se tiene espacio en la despensa o el congelador, aprovecharlos puede ser clave.

  7. Fecha de caducidad cercana. Otro truco que puede ayudarnos es estar atentos a los descuentos que ofrecen los supermercados para los productos que tienen una fecha de caducidad cercana. Son alimentos que aún no han caducado y están en buen estado, pero que lo harán pronto, y los supermercados rebajan sus precios para venderlos. Si alguno de esos productos está dentro de nuestra lista no hay motivo para no aprovecharlo y ahorrar en la compra.

  8. Tarjetas de puntos o fidelización. Algunos supermercados cuentan con tarjetas de fidelización a través de las que, por ejemplo, se pueden acumular puntos o acceder a determinados descuentos, entre otras posibilidades. Aunque a priori pueda parecer una cuestión baladí, utilizarlas sí puede suponer un ahorro.

  9. Compara supermercados. No solo los programas de fidelizacíón varían entre los supermercados, sino que también lo hacen los precios de los productos. Existen algunos comparadores o páginas que pueden ayudarnos en esta tarea2 y terminar ahorrando en la compra.

  10. Revisa los tickets de la compra. Conviene revisar los tickets de manera concienzuda tras pagar, especialmente si hacemos una compra de muchos productos, ya que en ocasiones puede haber fallos. Por ejemplo, si un producto no estaba bien marcado su precio o si no nos han aplicado un descuento de última hora (como el de los productos con caducidad cercana) al pasar por caja. Darnos cuenta y subsanarlo también repercute en nuestro bolsillo.

Con estos trucos probablemente no ahorremos en la compra semanal cantidades significativas, pero si sumamos todo lo ahorrado en el año sí puede suponer una diferencia y nos permitirá destinar esa partida a cualquier otra cosa.


Publicado el 23 de mayo de 2022

1Informe OCU: alza de precios de alimentación supondrá un sobre coste de más de 500€ por hogar
2¿Cuáles son las cadenas de supermercados más baratas? | OCU