Estudiar una carrera ya no te garantiza un puesto de trabajo, sin embargo existen habilidades que hoy se consideran claves en el crecimiento empresarial y que te harán, por tanto, destacar en un proceso de selección.

¿Quieres que las empresas se fijen en ti? Mantenerte al día en las últimas tendencias y cursos de tu sector y desarrollar tus soft skills es clave para acceder al puesto de trabajo que deseas. Te descubrimos cómo hacerlo.

En el mercado laboral actual, la base académica (hard skills) ya no supone ninguna diferencia en una entrevista de trabajo. Por el contrario, existen ciertas habilidades blandas (soft skills) que sí pueden hacerte destacar sobre los demás candidatos. Se trata de competencias personales y sociales que los reclutadores buscan en los postulantes para estimar su capacidad para integrarse en entornos profesionales o comerciales.

Tal como señala Tania Grande, psicóloga con más de 15 años de experiencia y CEO de TUUP, actualmente, las organizaciones buscan empleados resolutivos que puedan desenvolverse con facilidad en el puesto de trabajo. Claro está, la mayoría de posiciones requieren de una base técnica previa para llevarse a cabo, pero superado ese umbral, las competencias blandas adquieren un peso cada vez mayor. De hecho, muchas empresas establecen el primer filtro de su proceso de selección en función de las soft skills del candidato.

5 habilidades clave

Según el estudio Global Skills: Creating Empowered 21 st Century Learners de Oxford University Press (departamento editorial de la Universidad de Oxford), que analiza las competencias básicas de la próxima generación de profesionales, las siguientes soft skills serán clave para desempeñarse en la sociedad global del siglo XXI:

1. Comunicación y colaboración

Una habilidad blanda imprescindible muy valorada por los departamentos de recursos humanos es la capacidad de comunicación. Las empresas requieren empleados que puedan trasladar sus ideas con fluidez, especialmente en los puestos de responsabilidad.
Mantener el contacto visual, dominar la comunicación no verbal y, por supuesto, la verbal, son capacidades que pueden decantar la balanza a nuestro favor. También las aptitudes sociales a la hora de alcanzar consensos o poner en marcha una iniciativa. Y la predisposición a la colaboración y al trabajo en equipo.

2. Creatividad y pensamiento crítico

Cuando se trata de resolver problemas y aportar nuevas vías estratégicas, la creatividad tiene un papel primordial. Gracias a esta cualidad, podemos analizar, desde diferentes puntos de vista, las posibles soluciones y crear procedimientos a largo plazo.
El pensamiento crítico, por otro lado, influye en nuestra dialéctica y en nuestro posicionamiento frente a temas éticos, políticos y sociales. En un panorama atestado de fake news e información contradictoria, analizar los contenidos de la red desde una perspectiva crítica puede ayudar a cualquier profesional en su trabajo.

3. Competencia intercultural y ciudadanía

La globalización ha cambiado por completo la forma en la que interactúan las culturas. Cualquier empresa valora la capacidad de sus empleados para participar en equipos internacionales y desenvolverse con respeto y sensibilidad social en todas las situaciones.
Con respecto a la ciudadanía, se valora la proactividad ante problemáticas mundiales o de la propia comunidad y la capacidad para promover la inclusividad desde todos los planos.

4. Autorregulación emocional y bienestar

Hace unos años no entendíamos con tanta claridad el papel de las emociones y de nuestra biología en la forma en la que nos desenvolvemos en nuestro día a día, sobre todo, en el terreno profesional.
Un candidato que transmite un cierto control sobre sus emociones es más apto en un proceso de selección que otro que tiene problemas de timidez, seguridad o empatía, por poner algunos ejemplos.
A su vez, se prefieren empleados que tengan la voluntad de ser felices y que pongan los medios necesarios para conseguirlo.

5. Alfabetización digital

La rápida digitalización de nuestra sociedad ya está motivando la exclusión de personas que, por el motivo que sea, no son capaces de gestionar e interpretar los nuevos canales que tiene a su disposición ni el compendio de sistemas aceptados por la gran mayoría de individuos alfabetizados desde el punto de vista digital.
En el terreno laboral, esta falta de conocimientos tecnológicos supone una desventaja funcional, sí, pero también sugiere una falta de entendimiento del mundo en el que vivimos.

En definitiva, al margen de adquirir competencias troncales y técnicas de tipo académico, es necesario contar con las habilidades blandas que señala el estudio de Oxford University Press. Con formación y práctica, es posible desarrollarlas e incrementar así el valor de nuestra candidatura y nuestra progresión laboral.