Hoy en día, vivimos inmersos en una rápida y profunda transformación digital. Múltiples sectores como el comercio, banca y comunicaciones han experimentado cambios profundos en su funcionamiento y procesos tanto internos como externos.

La banca es uno de los sectores que más ha evolucionado gracias a la transformación digital. Toda esta revolución ha dado como resultado mejores productos y una mayor rapidez y seguridad en nuestras operaciones bancarias del día a día. Sin embargo, este cambio tan profundo se ha producido en muy poco tiempo. La tecnología en la banca ha llegado para quedarse y muchos usuarios que nunca habían tenido que lidiar con tecnología se han visto obligados a comenzar a trabajar con ella para poder operar con su banco. Estos usuarios estaban acostumbrados a ir a su sucursal, identificarse con su documento de identidad, ver todos sus movimientos impresos en una libreta y obtener un recibo de todas sus operaciones. Esta naturaleza tangible de las operaciones era la que tradicionalmente nos daba seguridad. No obstante, prácticamente la mayoría de las operaciones que realizamos hoy día son online. ¿Cómo podemos saber que este método es más seguro? En general desconocemos cómo funciona la tecnología que está por debajo.

La seguridad en la aplicación móvil de Openbank.

Uno de los principales miedos de los usuarios es el canal de comunicación. ¿Los datos que enviamos y recibimos desde una aplicación móvil de banca pueden interceptarse? ¿Alguien puede leerlos, ver nuestras cuentas, movimientos y demás? Entendemos que estas comunicaciones desde una app móvil son seguras pero… ¿cómo podemos comprobarlo?

Existen dos tipos de canales de comunicación para acceder a Internet, sea cual sea el canal (web, móvil, apps, etc.):

  • HTTP (Hypertext Transfer Protocol) o comunicación no cifrada.
  • HTTPS (Hypertext Transfer Protocol Secure) o conexión cifrada.

Uno de los consejos básicos de seguridad consiste en verificar que en la barra de direcciones aparezca https en vez de http y el símbolo de un candado cuando tengamos que introducir datos sensibles, como el número de la tarjeta de crédito. Con eso nos aseguramos que todas las comunicaciones estarán cifradas.

Las comunicaciones, mejor, cifradas.

Básicamente significa que todas las comunicaciones entre nosotros y el servidor al que estamos accediendo requieren autenticación. Esto quiere decir que para acceder a un recurso o servicio web la conexión entre nosotros y el servidor estará cifrada. Tanto nosotros como el servidor dispondremos de unos certificados que verificarán nuestra identidad y con los que cifraremos todas las comunicaciones.

Asimismo, todas las comunicaciones irán cifradas y firmadas, por lo que, aunque alguien pudiese interceptarlas (como podría ser, por ejemplo, a través de una red Wi-Fi pública), solo obtendría una serie de datos cifrados incomprensibles al no disponer de las mencionadas claves.

El canal de comunicación de Openbank.

Las aplicaciones móviles de Openbank utilizan para todas sus comunicaciones el protocolo https por lo que podemos estar seguros de que nadie podrá interceptar nuestras comunicaciones ni podrá, por tanto, ver datos como nuestros movimientos, saldo o realizar gestiones mientras operemos desde nuestra app móvil.

Tecnologías al servicio de la seguridad.

Son muchas las tecnologías que hay debajo de las apps de Openbank y que trabajan a nuestro servicio día a día para garantizar nuestra seguridad. Dártelas a conocer y explicártelas de forma sencilla en este blog será nuestro propósito para que operes con tu aplicación móvil de Openbank con toda tranquilidad y confianza.


Publicado el 10 de septiembre de 2019