Salir de compras y volver con cosas que no necesitas, o que no eran lo que ibas a comprar en un principio, es un clásico. Nos ha pasado a todos en algún momento, o varios, y siempre nos preguntamos por qué. Especialmente, en días como, por ejemplo, el Black Friday o el inicio de las rebajas, donde la inercia a comprar es aún mayor. Hay varias explicaciones para ello y conocerlas nos pueden ayudar a evitar esta compra compulsiva y a ahorrar dinero.

Una de estas explicaciones es el denominado Efecto Diderot, que recibe su nombre del filósofo Denis Diderot, la primera persona en describir la espiral de consumo de cosas que no necesitamos1. En su ensayo Lamento por mi viejo albornoz (prenda que desencadenó su compra compulsiva de objetos), explica que las cosas que adquirimos se convierten en parte de nuestra identidad y pasan a formar parte de lo que somos, por lo que cuando compramos algo que no se integra con nuestra identidad, tendemos a seguir comprando objetos que permitan que se cohesione con ella. Es como si se generara un efecto llamada para seguir comprando.

Una circunstancia de la que se aprovecha el neuromarketing. Y por eso, en las tiendas físicas, alrededor de un producto se sitúan otros que lo completan o casan bien con él, y en las tiendas online nos saltan productos relacionados que nos tientan a continuar comprando2.

Otra de las causas es el "efecto emocional de satisfacción" que las compras generan en nosotros. En ocasiones, percibimos la adquisición de objetos como una recompensa tras un mal día, o una situación de estrés, por ejemplo, aunque luego nos arrepintamos porque en realidad no era necesario hacerlo3. Asimismo, también adquirimos productos porque, en ocasiones, nos ayudan a encajar con nuestro entorno o aparentar un estatus social determinado, ya que hay productos que se vinculan con el lujo o un nivel de vida elevado4.

No hay que olvidar tampoco que la marcas y las tiendas intentan crear la ilusión de que necesitamos ciertos objetos o de que no podemos dejar escapar la oportunidad de adquirir algo con descuento porque vamos a desaprovechar una gran oportunidad. Esto, unido a todo lo anterior, se magnifica en días como el Black Friday, donde los descuentos están por todas partes, existe un clima de consumo generalizado y todo está colocado estratégicamente para que caigamos en la tentación de comprar sin necesidad.

Consejos para no sucumbir a la tentación

Todos sabemos que este tipo de compras no son positivas para nuestros ahorros y, aunque en los días posteriores nos arrepentimos de nuestros hábitos de consumo, volvemos a caer en el error, y es que es muy difícil escapar de la vorágine consumista. No obstante, hay algunos tips que pueden ayudarnos a evitarlo5:

  1. Pensar fríamente si necesito un producto y cuánto lo voy a utilizar antes de adquirirlo. Aunque es complicado, conviene detenerse unos segundos y llevar a cabo una reflexión calmada, dejando al margen nuestros sentimientos.
  2. Regalar o donar una cosa cuando compres otra. El hecho de deshacernos de algo que no necesitamos o no usamos implica que reflexionemos sobre todo lo que tenemos sin usar y el dinero que gastamos en ello.
  3. Evitar ir de compras (o hacerlo online) tras un día de emociones fuertes. El estrés, la ansiedad, la tristeza o la alegría extrema son malos compañeros de compras, ya que no nos permitirán pensar con objetividad6.
  4. Ir de compras en buena compañía. Llevar a un lado a una persona que ponga límites a nuestras adquisiciones o que nos haga ver el despilfarro de dinero nos ayudará. Eso sí, es importante que sea la persona adecuada y no un aliado de nuestras compras.
  5. Lleva una lista, ajústate a un presupuesto y paga en metálico. Estos son probablemente los consejos más repetidos por los expertos: ceñirse a una lista en la que hayamos escrito los productos que de verdad sí que necesitamos, asignar un presupuesto concreto para las compras y no salirnos de ahí y pagarlas en metálico para que nos demos cuenta de cuánto dinero estamos empleando en tiempo real, sin tener que esperar a ver el extracto de la tarjeta de crédito o débito.

Poniendo en práctica estos consejos, podemos reducir nuestro instinto consumista, algo que indudablemente repercutirá en nuestra capacidad de ahorro. Por delante tenemos muchas fechas de consumo destacadas (Black Friday, Cyber Monday, Navidad, rebajas…) para demostrar que somos capaces de resistir a la tentación.


1Efecto Diderot - ¿Cómo nos convertirnos en esclavos del consumismo sin darnos cuenta? | Rincón de la Psicología (rinconpsicologia.com)
2Por qué compramos cosas que no necesitamos y cómo lo usan las marcas y empresas (puromarketing.com)
3¿Por qué compro cosas que no necesito? (lamenteesmaravillosa.com)
4¿Por qué nunca se sacia la necesidad de comprar? | Transformación Digital | Tecnología | EL PAÍS (elpais.com)
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6Guía para dejar de comprar cosas innecesarias | Querido Dinero