Los bonos corporativos son instrumentos de deuda emitidos por las empresas para obtener financiación, por los que a cambio pagan a los inversores un cupón o interés, y son los activos en el que se invierte cuando se opta por la renta fija corporativa en las carteras.

Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuando la deuda se emite en un plazo inferior a 5 años, la emisión se denomina bonos y cuando el plazo es mayor, obligaciones. En anteriores artículos, hemos ido desgranando algunas de las características de la deuda, pero vamos a intentar aportar más profundidad en algunos aspectos concretos de los bonos corporativos. Así, los principales elementos de la deuda son:

Valor nominal del bono corporativo:

Inversión inicial que realiza el inversor (capital principal).

Cupón:

Intereses que el emisor abona al inversor. Éste a su vez, puede ser de varios tipos y determinará la tipología del bono:

  • Bono con cupón fijo: el interés del bono se reparte periódicamente (por ejemplo, trimestralmente).
  • Bono con cupón cero: la rentabilidad se paga a su vencimiento.
  • Bono Flotante: el interés del bono es variable y depende de un tipo de interés de referencia fijado previamente (por ejemplo, Euribor a 3 meses + 1 %). También se conoce como Floating Rate Note.
  • Bono convertible: Son bonos corporativos que incorporan el derecho de canjearlos por un número predeterminado de acciones. Esta conversión de bonos a acciones se puede realizar en determinados momentos durante la duración del bono y, por lo general, esto queda a discreción del titular de los bonos.
  • Bono contingente convertible (CoCos). En este caso, los bonos se convierten automáticamente en acciones en determinadas circunstancias, principalmente ligadas al estado financiero del emisor. Además, el Banco Central Europeo puede forzar la conversión si considera que la situación de la entidad es mala y así mejora su capital.
  • Bonos subordinados: son bonos corporativos ‘simples’, pero su diferencia radica en que, en caso de quiebra, el cobro de su deuda está ‘subordinado’ a que hayan cobrado el resto de los acreedores. Para compensar esta circunstancia, el cupón que cobran los inversores es más elevado que el de un bono simple.

Riesgos de la renta fija

Asimismo, también hemos avanzado en este blog cuáles son los principales riesgos que entraña la renta fija:

  • Derivado de la liquidez: posibilidad de venderlos en el mercado secundario y de recuperar el capital antes de que venzan (riesgo de contrapartida).
  • Derivado de la evolución de los tipos de interés y derivado del emisor: que éste no pueda hacer frente al pago de los intereses ni devolver el principal. Para medir este riesgo, las agencias de rating otorgan una calificación de calidad crediticia, por la que cuanto más elevada es la calificación, menor es este riesgo y, como consecuencia, menor el cupón del bono, y viceversa. De este modo, la deuda queda dividida en Investment Grade y High Yield en función del riesgo de la misma.

En función del fin de la emisión

Además de los tipos de bonos corporativos anteriormente mencionados (convertibles, subordinados, etc.), los bonos también pueden clasificarse en función del fin al que va a destinarse el importe obtenido a través de la emisión. Y desde hace un tiempo, los proyectos con fines sociales o relacionados con el medioambiente han incrementado significativamente su presencia. Así, dentro de este tipo de fines, se pueden distinguir dos clases:

  • Bonos sociales: Son emisiones cuyo importe está destinado a financiar proyectos que tengan un impacto positivo en la sociedad. Se suelen regir por los Principios de los Bonos Sociales, y tienen que ser proyectos transparentes, de los que se disponga de información y cuyo objetivo directo pueda ser tangible y medible, como la financiación de un proyecto para llevar agua potable a una zona que no dispone de ella.
  • Bonos verdes: Este tipo de deuda corporativa sirve para financiar o refinanciar proyectos sostenibles, de energías limpias, reducción de las emisiones de carbono, energías verdes… Es decir, que contribuyen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Artículo publicado el 23 de febrero de 2021

Este artículo ha sido redactado sin ánimo de exhaustividad y con efectos meramente informativos, sin que el mismo suponga ningún tipo de asesoramiento o recomendación por parte de Open Bank, S.A. En cualquier caso, el destinatario final deberá de buscar su propio asesoramiento en la materia. Open Bank, S.A. declina cualquier responsabilidad por la emisión del presente artículo.