En un contexto de elevada de inflación como es el actual, uno de los objetivos de los inversores es batirla para intentar, al menos, no perder poder adquisitivo. No en vano, como hemos comentado en anteriores post, la inflación es ese enemigo silencioso que acecha a las carteras. Sin embargo, con una inflación del 5,7 % en el caso de España1 y del 9,2% en la zona euro2 en diciembre de 2022 esta meta parece complicada, especialmente para los inversores con un perfil de riesgo conservador o moderado. No obstante, existen opciones como, por ejemplo, los bonos ligados a la inflación.

¿Qué son los bonos ligados a la inflación?

Según el Tesoro Español, “los bonos indexados a la inflación son títulos que pagan un cupón fijo, pero sobre un principal de la inversión (el nominal a pagar llegada la amortización) que varía según la evolución de un índice de precios”, que en el caso de las emisiones de la zona euro es el Índice Armonizado de Precios al Consumo (IPCA) publicado por Eurostat3. En el caso de los bonos emitidos por el Tesoro estadounidense, denominados Treasury Inflation Protected (TIPS, por sus siglas en inglés), el índice al que está vinculado la revalorización del principal es el Índice de Precios al Consumo estadounidense (CPI)4; y en el caso de los bonos emitidos por el Tesoro británico, el índice de precios minoristas (IPM) del Reino Unido.

Pongamos un ejemplo para entenderlos mejor. Si un inversor tiene un principal de 200 € en un bono ligado a la inflación con un cupón del 2 %, y el IPCA se sitúa en el 10 % en el momento de la amortización, el principal se ajustará en esa proporción; es decir, pasaría a ser de 220 €, mientras que el cupón seguiría siendo de un 2 %, pero eso sí, se pagará sobre un capital mayor.

Bonos indexados a la inflación: Una forma de intentar combatir el alza de los precios

De este modo, los bonos ligados a la inflación podrían ayudar a combatir el riesgo de inflación, incrementando el principal. En la mayoría de los bonos, el cupón o el tipo de interés que pagan son fijos durante la vida del bono. Como consecuencia, los intereses pueden quedar por debajo de la inflación en un entorno de precios alcista4. Es decir, si la inflación sube un 8 % y el bono paga un cupón del 6 %, los inversores tienen pérdidas netas en términos reales. Con los bonos ligados a la inflación, aunque el cupón también se mantiene fijo, el principal aumenta en línea con los precios, lo que podría ayudar a compensar la pérdida de poder adquisitivo. No obstante, si los precios descienden el principal también disminuiría con los precios5.

Asimismo, cabe señalar que para que la potencial protección contra la inflación sea efectiva hay que mantener los bonos hasta vencimiento ya que, en caso contrario, los inversores están expuestos al riesgo de duración6 dado que, su valor tiende a fluctuar con la evolución de los tipos de interés7.

¿Cómo comprar bonos ligados a la inflación?

Se puede invertir en bonos ligados a la inflación directamente a través del Tesoro del país emisor (en caso de que sean bonos soberanos, ya que también las empresas pueden emitir este tipo de bonos), a través de un bróker u optar por hacerlo a través de fondos de inversión que inviertan en bonos ligados a la inflación8, lo que nos proporcionará acceso a una cartera más diversificada y gestionada por un profesional de la inversión. Además, la amplia oferta que existe en el mercado permite encontrar productos para diferentes perfiles de riesgo y horizontes de inversión.

Origen en el siglo XIX

El origen de los bonos ligados a la inflación se remonta a 1870, cuando Massachusetts emitió bonos indexados durante la Revolución Americana para combatir los efectos perniciosos de la inflación sobre el valor real de los bienes de consumo. Sin embargo, tardaron en popularizarse, ya que la indexación a la inflación parecía innecesaria para los países establecidos en el patrón oro9.

En 1970, cuando la mayor parte de los países ya habían abandonado el patrón oro, el incremento de la inflación creó una nueva demanda de bonos ligados a la inflación. Así, en 1981, el Reino Unido comenzó a emitir los primeros bonos ligados a la inflación modernos. Y otros países siguieron su ejemplo. Sin embargo, el Tesoro de EE. UU. no emitió bonos indexados a la inflación hasta 19979.

Actualmente, dado el entorno de elevada inflación que se registra en la mayor parte de los países desarrollados, este tipo de instrumento vuelve a estar de plena actualidad para proteger las carteras contra la inflación. Asimismo, cuentan con una ventaja adicional, y es que sus rendimientos no se correlacionan con los de las acciones o con otros activos de renta fija. Los bonos ligados a la inflación son una cobertura contra la inflación y también ayudan a proporcionar diversificación en una cartera equilibrada9.


Publicado el 6 de febrero de 2023

Publicidad

Ten cuenta que toda inversión conlleva riesgos, incluido el riesgo de ausencia de rentabilidad, pérdida del capital invertido y/o el riesgo de tipo de cambio para los productos denominados en divisa distinta del €.

1Índice de Precios de Consumo (IPC). Base 2021. Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA). Base 2015 - Diciembre 2022
2Inflation in the euro area - Statistics Explained (europa.eu)
3Bonos del Estado (elijo.tesoro.es)
4Treasury Inflation-Protected Securities (TIPS) Explained (investopedia.com)
5¿Qué son los bonos ligados a la inflación o TIPS? | ¿Cómo funcionan y por qué invertir en ellos? - Rankia
6Duration risk is sting in the tail of inflation-linked bonds (citywire.com)
7Pros and Cons of Inflation-Linked Bonds (investopedia.com)
8El rendimiento de estos fondos depende de la evolución de los precios. Tanto el capital invertido en estos bonos, como los cupones que se cobran, se revalorizan en función de la tasa de inflación. Además, este tipo de fondos te permiten combatir uno de los principales efectos de la inflación: la pérdida del poder adquisitivo.
9Pros and Cons of Inflation-Linked Bonds (investopedia.com)