A lo largo de las publicaciones de este espacio, hemos insistido en la gran capacidad del cuerpo para ayudar a potenciar nuestra imagen. Nuestro cuerpo es un aliado y utilizarlo a nuestro favor mejora notablemente nuestra exposición pública.

A todos nos ha puesto nerviosos en alguna ocasión hablar en público, ponernos delante de un auditorio genera cierta inseguridad. Sentirnos expuestos, que nos miren, que nos escuchen, en definitiva, centrar la atención de un grupo de personas, nos produce intranquilidad y en algunas situaciones incluso cierto temor.

Elementos no verbales para hablar en público

Ante una ponencia, además de confiar en nuestra preparación y en la calidad del contenido de nuestro discurso, es importante tener en cuenta dos elementos de comunicación no verbal:

El cuerpo dice mucho cuando hablas en público

Nuestra postura y nuestros gestos son observados y aunque quizá son mucho menos escrutados de lo que uno mismo piensa cuando se pone delante de los demás, sin duda influyen en el observador y son parte importante de la exposición.

La clave de nuestra expresión corporal siempre es intentar demostrar y apoyar nuestra tranquilidad1, con posturas muy firmes sin llegar a la rigidez, muy ancladas al suelo que impidan temblores innecesarios, con poco movimiento gestual que nos haga sentir y parecer nerviosos.

Nuestras manos son muy poderosas y, por tanto, aprovechar su potencial sin duda nos ayuda. Lo mejor es moverlas con gestos ilustradores, acompañando el discurso, enfatizando ideas clave y atrayendo atención cuando es preciso, evitando actos mecánicos que puedan distraer de la exposición y con movimientos suaves, preferiblemente ondulados.

La mirada también es fundamental para hablar en público, debemos repartir nuestra mirada a todo el auditorio por igual de forma democrática, con el fin de atraer y mantener la atención. Debemos ser conscientes que nuestros ojos son fundamentales para conectar con los demás, hasta nuestro parpadeo impacta en los que nos miran: de forma excesiva transmite nuestra inseguridad y resta credibilidad, así que observemos nuestros ojos a la hora de preparar nuestra ponencia2.

Además, si fuera posible y el entorno lo permite, sin duda ayuda poder caminar por el auditorio para que todos puedan observarnos a la misma distancia, sentirnos cerca y transmitir nuestra energía. El movimiento firme, tranquilo y cercano permite a los que nos escuchan y observan sentirse parte de la presentación y no meros observadores. No olvidemos que la inteligencia emocional, o capacidad para transmitir, gestionar y captar emociones, se expresa de forma determinante a través de nuestro cuerpo.

Tu voz es poderosa, úsala bien

El segundo elemento es la voz3, una poderosísima herramienta comunicativa; sus matices son el instrumento fundamental de todo orador.

Por ejemplo, mantén un ritmo vivo que atraiga el interés durante toda la ponencia; utiliza pausas y silencios que propicien los cambios de tema y la asimilación del contenido dicho y que modulen el discurso; y utiliza una entonación que propicie mantener el interés durante toda la exposición, dando importancia al contenido clave.

Otro elemento fundamental para hablar en público es la prosodia, la parte emocional de la voz que permite conectar, no solo transmitir, y fomenta la empatía con las personas que nos ven y escuchan, haciendo que su emoción conecte con nosotros.

Recuerda, que un discurso parezca improvisado va, sobre todo, de prepararlo muchísimo, no solo lo que vamos a contar, sino también cómo vamos a expresarlo. Detrás de un gran orador hay muchas, muchas, muchas horas de espejo.


Publicado el 7 de junio de 2022

1Benitez, G. S. (2009). La comunicación no verbal. Estrategias de enseñanza y aprendizaje del español en China,
Paris, C. (2014). Reflexiones sobre el discurso oral. Hablar en público. Ribalta: Quaderns d´ aplicació didàctica i investigació, (21), 75-90.

2Rulicki, S., & Cherny, M. (2012). CNV comunicación no-verbal: cómo la inteligencia emocional se expresa a tráves de los gestos. Ediciones Granica SA.

3Gottesman, D., Mauro, B., Piñero, L., & Andreu, C. (2008). Técnicas para hablar en público. Urano.

Van-der Hofstadt Román, C. J. (2005). El libro de las habilidades de comunicación. Ediciones Díaz de Santos.