Tras bastante tiempo sin que la inflación estuviera presente en las conversaciones, desde hace unos meses vuelve a ser tema de debate y con ella la posibilidad de una subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, un hecho que tiene un impacto directo en la economía en general y también en las cuentas de cada ciudadano. Y, por supuesto, en las carteras de los inversores, especialmente en los que lo hacen en renta fija, ya que impactan en el interés de los bonos, algo que se refleja en la curva de tipos de interés.

¿Qué es la curva de tipos de interés?

La denominada curva de tipos de interés es una representación gráfica de la deuda de un país o una región en diferentes plazos de vencimiento. Dicho de manera más coloquial, refleja el interés pagado por los instrumentos de deuda emitidos (bonos, obligaciones, letras) en sus diferentes horizontes temporales (12 meses, 3 años o 10 años, entre otros).

Normalmente, en la curva se puede apreciar que cuanto mayor es el plazo de vencimiento de una emisión, más elevados son los tipos de interés que paga el emisor. La razón es que, al ser mayor el plazo que debe transcurrir para recuperar el principal, la incertidumbre y situaciones que pueden acontecer son también más diversas, y por eso se paga una "prima".

Tipos de curvas de interés

En función de la evolución de la curva, se puede decir que hay tres tipos:

  • Creciente. Es la que hemos comentado anteriormente, a mayor vencimiento, mayor interés. Es la más habitual en circunstancias de mercado y económicas normales.
  • Invertida. Cuando sucede todo lo contrario y se pagan mejor las emisiones a corto plazo. No suele ser habitual y se suele dar, por ejemplo, cuando el mercado está anticipándose a una recesión económica o debido a algunas políticas monetarias.
  • Plana. Todos los plazos se remuneran con un interés similar. Es la más inusual.
    Teniendo en cuenta estas consideraciones, cabe señalar que la curva de tipos de interés suele ser un buen indicador de la "salud de la economía". Así, una curva al alza (creciente) suele indicar una economía con buenas perspectivas de crecimiento y la posibilidad de que se produzca una subida de tipos de interés. Por tanto, para invertir a largo plazo, los inversores demandan un mayor interés que cubra ese potencial de tipos.

Por el contrario, una curva invertida (como hemos mencionado anteriormente) suele indicar incertidumbre en el mercado ante una posible recesión económica y, como consecuencia, los inversores no tienen apetito por la deuda a largo plazo, por lo que la caída de los intereses de las emisiones a largo plazo se produce a una mayor velocidad.

En la actualidad nos encontramos en una situación atípica propiciada por las políticas monetarias ultraacomodaticias y sin precedentes de los bancos centrales, que han motivado incluso que algunos tipos de deuda ofrezcan tipos de interés negativos.

Así, aunque evidentemente seguir la evolución de la curva de tipos de interés no es un método infalible, ni tampoco el único, sí que nos proporciona una guía para testar el estado de la economía y para monitorizar nuestras inversiones en renta fija.


Publicado el 4 de marzo de 2022

Este artículo ha sido redactado sin ánimo de exhaustividad y con efectos meramente informativos, sin que el mismo suponga ningún tipo de asesoramiento o recomendación por parte de Open Bank, S.A. Open Bank, S.A. declina cualquier responsabilidad por la emisión del presente artículo.