Con la llegada de diciembre, algunos trabajadores reciben una paga extra. Para muchas personas esto supone un ingreso para tratar de equilibrar las cuentas del año, o un dinero con el que afrontar los gastos que conllevan las fiestas. Sin embargo, existen otras formas de emplear la paga extra que, además, contribuyen a nuestra salud financiera. Estas prácticas son el ahorro y la inversión.

Para que la paga extra contribuya nuestros objetivos de ahorro e inversión, una de las cosas más importantes es cambiar la concepción de esta. Es decir, en vez de verla como una inyección de liquidez que nos permitirá tener más dinero para gastar o tapar agujeros, contemplarla como un dinero (o al menos una parte) con el que no vamos a contar, aunque recibamos el ingreso en nuestra cuenta corriente.

Así, en esta opción, a la hora de planificar nuestras finanzas anuales, el dinero de la paga extra debe destinarse a la partida de ahorro y a la de inversión. Por ejemplo, podemos destinar una cantidad a nuestra hucha de ahorro para imprevistos, o a nuestro ahorro para un objetivo a corto plazo (por ejemplo, un viaje). Y el resto, invertirla. Al hacerlo abrimos la posibilidad a que se revalorice este capital y, por tanto, se incrementar el importe de dicha paga extra.

Cuanto antes empieces, mejor

No obstante, si no lo hemos planificado así, no importa. Aún estamos a tiempo de empezar, y cuanto antes lo hagamos, mejor. Ya sea para un objetivo material (como puede ser la compra de una vivienda) y especialmente para una meta a más largo plazo, como la jubilación, se podría decir que el tiempo puede convertirse en nuestro mejor aliado; y para que juegue a nuestro favor, la clave es comenzar a invertir lo antes posible, ya que de esa forma el esfuerzo que tendremos que hacer será menor1.

Y lo será porque podremos destinar menores cantidades de forma periódica a nuestra inversión y también porque nos permitirá aprovechar las ventajas del interés compuesto2, que consiste en no retirar los intereses generados y mantenerlos invertidos, aumentando el capital, lo que permite contar con una mayor capacidad de ahorro con todavía menos esfuerzo.

Además, en momentos como el actual, donde los niveles de inflación son elevados, invertir nuestro capital para tratar de que se revalorice nos ayudará a intentar no perder poder adquisitivo y hacerle frente a este enemigo silencioso que es la inflación. Y tampoco hay que olvidar que nos ayudará a ‘soportar’ mejor la volatilidad de los mercados, ya que el tiempo permitirá compensar potenciales caídas puntuales de los activos3.

Así, como hemos dicho en anteriores artículos, contar con un hábito de ahorro e inversión a largo plazo es clave para nuestras finanzas futuras y la paga extra de diciembre puede convertirse en un punto de partida inicial idóneo para comenzar a tenerlo. Y si ya tenemos dicha costumbre, es un empujón adicional para que los esfuerzos realizados durante el año, cundan aún más.


Recuerda que toda inversión conlleva riesgos, incluido ausencia de rentabilidad, pérdida del capital invertido y/o el riesgo de tipo de cambio para las productos denominados en divisa distinta del €.

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1Cuándo empezar a Invertir para la Jubilación | Open News (openbank.es)
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