La jubilación es una época deseada para muchos, pero en ocasiones también es una fuente de preocupación, ya que, a veces, la pensión pública no es suficiente para mantener nuestro nivel de vida. Por eso, contar con un producto de ahorro privado puede ser clave, pero hay diversos vehículos de ahorro y diferentes posibilidades de obtener luego los potenciales beneficios y el dinero ahorrado. Una de estas modalidades son las rentas vitalicias, de las que seguramente hayas oído hablar alguna vez, ¿pero en qué consisten exactamente y qué tipos de renta vitalicia existen?

Las rentas vitalicias son un producto de vida-ahorro que permite recibir una renta periódica, previamente pactada, hasta el momento del fallecimiento del beneficiario1, de ahí el nombre de "vitalicia". Normalmente, las rentas se suelen comenzar a cobrar a partir del momento de jubilación y hasta el fallecimiento del titular del seguro. De esta forma, este tipo de rentas se convierten en un complemento para la pensión pública. Además, saber cuánto vas a percibir mensualmente permite realizar una correcta planificación financiera.

El cálculo de dichas rentas se realiza “en el momento de la contratación en función de unas determinadas hipótesis biométricas y de un tipo de interés técnicos”, según explica el Ministerio de Asuntos Económicos2. También influye la aportación inicial que se realice al seguro, o en alguna modalidad, los pagos periódicos que se realicen y que se acumulan al capital3.

Tipos de rentas vitalicias

Aunque lo más habitual es comenzar a cobrar las rentas tras la jubilación, no tiene que ser necesariamente así. De hecho, hay varios tipos de rentas vitalicias en función de cómo se cobren4:

  • Diferidas. Si no se empiezan a cobrar tras el retiro de la vida laboral, sino que se pacta un momento posterior para comenzar a hacerlo.

  • Inmediatas. Cuando el beneficiario comienza a recibir las rentas justo después de jubilarse.

Asimismo, también hay diferentes tipos de rentas vitalicias en función de la posibilidad de rescate:

  • Capital cedido. En este caso, no cabe la posibilidad de recuperar la cantidad inicial invertida inicialmente (ni en caso de fallecimiento del titular) antes de la fecha acordada o en su caso, de la jubilación. Para compensar este inconveniente, las cuantías de las rentas suelen ser más elevadas que las de otras modalidades.

  • Rentas constantes o capital reservado. Se puede recuperar la inversión inicial cuando se desee – aunque a precio de mercado- o en caso de fallecimiento del tomador del seguro podrán recuperarlo sus beneficiarios. En este, caso se suelen pagar rentas inferiores a la de la anterior modalidad.

  • Mixtas. El tomador puede recuperar la inversión a precio de mercado, pero en caso de su fallecimiento, los beneficiarios solo recibirán una parte de lo aportado que, además, irá disminuyendo con el tiempo.

Así, y según destacan AFI y Unespa5, las rentas vitalicias constituyen una solución que previene el riesgo de que una persona agote sus ahorros y le permite disfrutar de ellos a lo largo de su vida, ya que garantizan ingresos a quienes las perciben porque están aseguradas, se viva el tiempo que se viva, y permiten ajustar el consumo de los jubilados durante toda su vida a la cantidad de ahorro disponible. Son, por tanto, una opción a considerar de cara a complementar nuestra pensión pública.

1 Life Annuity: Definition, How It Works, Types
2 Nota DGSFP supervision liquidación de rentas vitalicias
3 Rentas vitalicias: una 'pensión' mensual perpetua más jugosa cuanto menos dejes a tus herederos – Solidaridad Intergeneracional
4 Qué son las rentas vitalicias y cómo funcionan - Finect
5 Las pensiones en España y el papel de las rentas vitalicias - Unespa

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