El boca a boca a veces es útil para transmitir de unos a otros los tips de un viaje, la cultura de un lugar, sus tradiciones, su comida… pero a veces se vuelve en contra cuando extiende falsas creencias que pueden ser parcial o totalmente falsas. Por ejemplo, todos tenemos asociada la idea común de que el hombre viene del mono, pero la realidad es que esta frase es una simplificación de la teoría de la evolución. Lo mismo ocurre cuando se afirma que comiendo zanahorias todos los días solucionaremos todos los problemas de miopía, y más creencias populares, incluso sobre ahorro e inversión.

Los planes de pensiones, en concreto, están rodeados de falsas afirmaciones que ya es hora de desenmascarar para poder tomar las mejores decisiones de ahorro a largo plazo y disfrutar de un futuro más placentero.

Cuatro pensamientos que nos impiden planificar nuestro futuro.

1."No me renta. Soy joven, prefiero disfrutar del ahora"

Cuando escuchamos la palabra "jubilación", muchos de nosotros la vemos tan lejana que pensamos que ahora mismo no debemos preocuparnos por ello, que existen otras prioridades. Sin embargo, planificar nuestro ahorro nos permitirá llegar mejor preparados al futuro y poder seguir disfrutando de lo que nos gusta. ¡Te damos dos razones poderosas!

  • Acumulación de dinero: el máximo que se puede invertir en un plan de pensiones al año son 1.500 €1, alguien que empieza con 25 años y se jubila con 67, aportando 1.500 € al año, habrá invertido 63.000 €; sin embargo, alguien que empiece con 45 solo llegará a algo más de la mitad, 33.000 €. Cuantos más años nos queden hasta la jubilación, más capacidad de ahorro tendremos para complementar la pensión pública.

  • Rentabilidad acumulada: cuando quedan muchos años hasta la jubilación, puede suceder que no lleguemos al máximo de 1.500 € al año (equivalente a 125 € al mes), pero lo que vayamos invirtiendo va generando una rentabilidad. Por ejemplo, si empezamos nada más cumplir 25 años, invirtiendo 50 € todos los meses (600 € al año), ese dinero tiene 42 años por delante para generar rentabilidad, y la posibilidad de ir aumentando la inversión cada año hasta llegar al máximo de 1.500 € anuales. Alguien que empiece con 45 solo dispone de 22 años, por lo que tendrá que buscar aportar el máximo posible desde el principio.

2. "¿Para qué quiero un plan de pensiones privado si voy a tener una pensión pública?"

El sistema público de pensiones en España es de reparto: las personas que trabajan y generan ingresos, cotizan a la Seguridad Social, y esta utiliza ese dinero para pagar las pensiones de las personas que están jubiladas. Por lo tanto, para que este sistema funcione en el largo plazo, tiene que haber más trabajadores que jubilados. En España (igual que en Europa), el progresivo envejecimiento de la población (debido a las bajas tasas de natalidad y de mortalidad), hace que cada vez haya menos trabajadores para cubrir los pagos de pensiones públicas; es decir, cada vez se recaudará menos dinero y se pagará pensión a más gente. Además, según datos de la OCDE, actualmente en España los jubilados reciben en forma de pensión alrededor del 72,3 % del salario que tenían antes de jubilarse (lo que se conoce como tasa de sustitución). Es una de las mayores tasas de sustitución de Europa. A medio y largo plazo se prevé que este porcentaje vaya disminuyendo hasta alcanzar el 50 % en 2060.

3. "Es dinero que bloqueo hasta la jubilación y me puede hacer falta en algún momento"

Existen algunas situaciones/contingencias que permiten recuperar el dinero antes de llegar a la jubilación. Pero hay un supuesto excepcional de liquidez que permite que al cumplir 10 años puedas disponer, si lo necesitaras, de este ahorro sin tener que reunir ningún requisito especial: a partir de 2025 se podrá empezar a rescatar las aportaciones realizadas hasta 2015, así como la rentabilidad que hayan generado. En los años siguientes, de la misma manera, se podrán ir rescatando las aportaciones y la rentabilidad asociada a ellas, una vez hayan pasado 10 años invertidos en el plan.

4. "Con lo que tengo que pagar de impuestos en el momento del rescate, no merece la pena"

Actualmente, podemos aportar un máximo de 1.500 €1 al año a planes de pensiones, y esa cantidad está exenta, es decir, al pagar el IRPF pagaremos impuestos por 1.500 € menos. Cuando lleguemos a la jubilación, tanto el dinero ahorrado a lo largo del tiempo en el plan, como los beneficios que hayamos conseguido, tendrán que pagar impuestos. Lo cierto es que si se rescata todo el dinero de golpe (en forma de capital) pagaríamos muchos impuestos, porque se considera renta del trabajo. Lo relevante de los planes es que complementen la pensión pública, es decir, recuperar poco a poco el dinero, en forma de renta financiera para que este siga generando rentabilidad, de forma que apenas cambie el porcentaje de impuestos que pagamos.

Por algo llaman Golden Age ("edad dorada", en inglés) a los años de jubilación. Y es que puede ser un periodo de tu vida maravilloso: tiempo para ti, para dedicar a la familia y amigos, para tus aficiones, sin las preocupaciones ni el estrés de la vida laboral.

Pero para que esto sea posible, es necesario contar con unas finanzas saneadas en el momento de la jubilación. Y esto pasa por planificarlo con mucha antelación. ¡Cuanto antes, mejor! Esto no es ningún mito, es una realidad.


1El total de las aportaciones y contribuciones empresariales anuales máximas a los planes de pensiones regulados en la presente ley no podrá exceder de 1.500 euros. Este límite se incrementará en los supuestos previstos en el artículo 5.3.a).
Por otro lado, como límite máximo conjunto para las reducciones previstas en los apartados 1, 2, 3, 4 y 5 del artículo 51 de esta ley, se aplicará la menor de las cantidades siguientes:
a) El 30 por 100 de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio.
b) 1.500 euros anuales.
Ley 12/2022, de 30 de junio, de regulación para el impulso de los planes de pensiones de empleo

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