El cuidado del medioambiente es una cuestión en la que todos los ciudadanos deberíamos implicarnos si de verdad queremos contribuir a la sostenibilidad del planeta. Y para ello hay que ir más allá del mero reciclaje, por ejemplo, de envases o de determinados actos concretos. Tiene que convertirse en una filosofía de vida e incorporarla a todas las actividades, incluida la relación con nuestra entidad financiera.

Además de las políticas sostenibles que los bancos ponen en marcha a través de sus planes estratégicos, los clientes también podemos dar pequeños pasos en nuestra relación con la entidad y aportar nuestro granito de arena a la lucha contra el cambio climático, fomentando ciertas prácticas o contratando determinados productos "verdes".

Aunque hace algunos años algunas entidades financieras comenzaron a eliminar la correspondencia en papel con sus clientes (por ejemplo, de los extractos bancarios), todavía seguimos recibiendo determinadas cartas, como la información anual de la cuenta corriente que, como recuerda el Banco de España en el portal del cliente bancario1, "habitualmente llega por correo ordinario salvo que hayas renunciado expresamente a esta posibilidad y decidido comunicarte con tu banco a través de medios telemáticos". Pues bien, este es un primer paso para hacer que nuestra relación con la entidad sea más ecológica: renunciar totalmente a la correspondencia en papel y "digitalizar" nuestras comunicaciones si nos sentimos cómodos con esta vía.

Opta por productos sostenibles

Otra manera de ser más verde al interactuar con el banco es optar por utilizar tarjetas virtuales como está o tarjetas hechas con plásticos reciclados. Por ejemplo, en Openbank contamos con la Tarjeta de Crédito Club de Lectura Openbank by Vanity Fair, que está hecha en una gran parte con plástico 100 % reciclado, puede solicitarse de forma online y puede asociarse incluso a una cuenta de otra entidad financiera.

Asimismo, también es importante reciclar correctamente las tarjetas que ya no vamos a utilizar, ya que los materiales con los que están realizadas son contaminantes. Según explica la Fundación Ecolec2, la banda magnética de las tarjetas está elaboradas con un material llamado cloruro de ponivinilo (comúnmente conocido como PVC), que al llevar cloro lo "convierte en un veneno medioambiental". Por ese motivo, desde Ecolec subrayan la necesidad de reciclar correctamente las tarjetas y para ello apuntan a que este tipo de residuos, considerados residuos electrónicos, deben ser llevados a un punto limpio municipal, ya que no sirve tirarlos al contenedor amarillo, que es en el que se reciclan algunos plásticos y envases.

Súmate a la inversión con criterios ESG

Al invertir también podemos contribuir al medioambiente optando por productos que incluyan criterios de sostenibilidad en su política de inversión, como sucede en algunos fondos de inversión, servicios de gestión de carteras o planes de pensiones. Por ejemplo, especialmente en el caso de los fondos de inversión, puedes elegir fondos que incluyan criterios de exclusión más generales – como, por ejemplo, no invertir en compañías de determinados sectores altamente contaminantes-, o hacerlo en productos temáticos enfocados en evitar el cambio climático, entre otros.

También en el ámbito de los préstamos o créditos, algunas entidades ofrecen financiación con unas condiciones concretas para proyectos sostenibles, como las popularmente conocidas como hipotecas verdes, destinadas a la compra o rehabilitación de una vivienda sostenible, o los préstamos para comprar un coche ecológico.

Así, con pequeños gestos o con las elecciones de los productos que contratamos, podemos hacer que la relación con nuestra entidad financiera tenga un sesgo más ecológico y hacer una pequeña contribución a la conservación del medioambiente.


Publicado el 15 de septiembre de 2022

1Busca en el buzón la información anual de tus productos bancarios
2¿Dónde se tiran las tarjetas de crédito?

Publicidad