No es lo que decimos, sino cómo lo decimos lo que determina que las palabras tengan un sentido u otro. La voz en general y en particular los matices que la componen (entonación, timbre, prosodia, volumen y tono) están englobadas en la paralingüística, una de las tres disciplinas que componen la Comunicación No Verbal.

Qué transmitimos con la voz en la comunicación

A través de la voz podemos expresar hasta 15 emociones distintas. Con 2 años de edad ya somos capaces de identificar cinco emociones diferentes mediante la voz.

La voz es muy personal, no hay dos voces iguales, porque en gran medida depende de elementos físicos: tracto y cavidad bucal, extensión de las cuerdas vocales, forma de la laringe, etc. De tal forma que la voz es la seña de identidad más particular de cada persona.

Por sexo, los hombres tienen la voz más grave y las mujeres, más aguda, ya que depende de la longitud de la laringe, que suele ser más larga en hombres. Los tonos femeninos ocupan toda el área auditiva del cerebro y por tanto son más complejos, mientras que los masculinos son más simples y solo se instala en el área subtalámica.

Aunque siempre hay técnicas para mejorar nuestra articulación y la entonación, la clave para que una voz impacte en otras personas a nivel inconsciente es la naturalidad, es decir, que sea emitida de forma no forzada.

La modulación de la voz es inconsciente, lo hacemos según el mensaje a comunicar, el contexto y por supuesto los interlocutores, si analizamos una conversación aislada por el tono, el ritmo y el volumen, podríamos saber en qué contexto y con qué tipo de personas sucedió (con compañeros, conocidos, amigos, pareja...).

La influencia de la voz en el cerebro

La influencia de la voz en el cerebro es altísima. Nuestras neuronas son capaces de captar las variaciones de la voz e interpretarlas.

En 2010 se publicó un artículo de investigación en el que se demostró que la voz era mucho más poderosa para despertar el deseo que el atractivo físico. Expertos en comunicación afirman que existe el “efecto Marylin”1, que afirma que la percepción del atractivo de Marylin Monroe hubiera sido mucho menor sin su voz susurrante.

También hay estudios sobre el impacto de los tonos de voz dirigidos a niños tanto por parte de padres como de profesores. La Universidad de Pittsburg analizó las consecuencias de los gritos de padres en su posterior desarrollo adolescente, la conclusión fue que los niños que habían recibido gritos sufrían aumento de síntomas depresivos y más probabilidad de conducta antisocial.

La voz en el ámbito laboral

El tono de voz en la comunicación dentro del terreno laboral es también fundamental. Los mensajes transmitidos con claridad y seguridad hacen que los datos presentados sean más creíbles.

En los call centers se trabaja especialmente el concepto “sonrisa telefónica” y está demostrada su influencia para ganar confianza de los clientes. Una investigación de la Yale School of Management2 demostró que la conexión emocional era más potente en las llamadas que en las videollamadas.

La voz, es además un potente instrumento que podemos utilizar para captar y mantener la atención con los interlocutores y para complementar, reforzar y matizar los mensajes orales, especialmente relevante en los discursos en públicos. Un mensaje modulado capta mucho mejor la atención de un auditorio.

El neuromarketing es una de las disciplinas que más ha experimentado con la voz. Un estudio de la Universidad de Granada3 demostró con resonancias magnéticas funcionales la potencia de la voz en las decisiones de compra. Comprobaron que frente a imágenes idénticas, era la voz que las locutaba las que determinaban el volumen de ventas de un producto. Puede que una imagen valga más que mil palabras, pero una voz vale más que cien imágenes, y debemos tenerla muy en cuenta para mejorar la comunicación no verbal en el trabajo.

¿Qué dice nuestra voz sobre nosotros?

Si conocemos a una persona, sabemos cuándo le sucede algo porque cambia su tono y volumen de voz, los estados emocionales siempre alteran la voz y es imposible, aun intentándolo, que pase desapercibido.

El tono (resonancia de la voz), va unido al volumen y junto con la prosodia o melodía, determinan el estado emocional de las personas: la rapidez y viveza denotan más alegría y motivación, mientras que la lentitud denota tristeza, apatía y desgana.
Los silencios largos, las muletillas excesivas denotan inseguridad y falta de claridad del contenido del discurso.

Un signo de la voz muy unido a la autoestima es lo que se conoce en comunicación no verbal como “consonantear”, o el marcado de consonantes. Los líderes suelen marcar de forma más enfática las consonantes.

Recuerda: no podemos no comunicar

Publicado el 4 de noviembre de 2020

1El atractivo sexual a través de la voz o lo que yo llamo el efecto Marilyn Monroe.

2Estudio de Yale SOM (School Of Management) sobre voz y emociones. La investigación, se publicó en el número 7 de American Psychologist.

3Tesis del profesor Luis Alberto Casado Aranda en la Universidad de Granada.

Casado Aranda, L. A. (2018). The strides of consumer neuroscience: identifying the brain mechanisms underlying the processing of Advertising and e-commerce