Contar con un plan de ahorro para la jubilación es la asignatura pendiente de muchas personas pero, al mismo tiempo, una necesidad ante la creciente esperanza de vida y el deseo de mantener el poder adquisitivo al finalizar la etapa laboral. Para lograr adquirir el hábito de ahorrar, uno de los consejos más repetidos por los expertos es realizar aportaciones periódicas a la inversión. Es una de las mejores maneras de alcanzar los objetivos deseados, sin que tenga un efecto importante en los gastos diarios.

Independientemente del producto elegido en función de las circunstancias y perfil inversor, como por ejemplo el servicio de gestión Roboadvisor, la constancia es clave para conseguir obtener beneficios de la inversión. Gracias a esta constancia, podríamos conseguir no solo aumentar nuestro patrimonio, sino rentabilizar las subidas de valor de nuestra cartera con un mayor principal, lo cual se traduce en mayores ganancias potenciales. Además, es una fórmula que se adapta a muchas personas, ya que cada persona puede elegir las cantidades que se invierten y los plazos, pudiendo modificar las cantidades en cualquier momento. Por ejemplo, alguien que quisiera construir su patrimonio (inicialmente de 10.000 €) de la mano del servicio de inversión automatizada Roboadvisor, y cuyo perfil de riesgo fuese en línea con la cartera moderada Taipei desde septiembre de 2018 (inicio del servicio Roboadvisor), a día de hoy, podría haberlo hecho, o bien realizando la inversión y manteniéndola en el largo plazo, o además podría haber realizado aportaciones periódicas como se muestra en el gráfico de abajo, con 100 € al mes o 200 € al mes.

Fuente: elaboración interna.

Lo que traducido a un espacio temporal anual resultaría en:

Fuente: elaboración interna.
Fuente: elaboración interna. Refinitiv Eikon. Las rentabilidades indicadas son brutas, en este ejemplo se incluyen comisiones establecidas del 1,03 % anual, al igual que en el servicio de gestión Roboadvisor. Los datos utilizados de la cartera Taipei son desde el 21/09/2018 a 24/08/2022.

Como se ve en el gráfico de este ejemplo, cualquier inversión, aunque sea modesta, y especialmente el hábito de invertir, puede marcar una gran diferencia en nuestro patrimonio en el largo plazo, no solo por tener un mayor capital, sino porque gracias a este, como vemos tanto en el gráfico como en el cuadro de abajo, podremos obtener mayores ganancias gracias a estas aportaciones.

Además, actualmente algunas entidades ofrecen la posibilidad de automatizar las aportaciones periódicas a tu inversión para no tener que estar pendientes de esta tarea. A través de este servicio se pueden configurar la cuantía y periodicidad de las aportaciones -que se pueden detener en cualquier momento en caso necesario y activar posteriormente-. De esta forma, no tendrás que estar pendiente de calcular cuál es el mejor momento para invertir, ya que hacerlo sistemáticamente elimina cualquier decisión humana que pueda afectar negativamente a la inversión. De esta forma, se crea un plan de futuro de forma automática, constante y casi sin darse cuenta.

El interés compuesto es tu aliado

Las aportaciones periódicas a tu inversión permiten incrementar el patrimonio invertido, pero este también puede aumentar por, en su caso, la revalorización del capital. Acumular los intereses que se hayan podido obtener y sumarlos a la inversión inicial permite beneficiarse de lo que se denomina interés compuesto, un gran aliado en tu inversión.

El hecho de no retirar los intereses generados y mantenerlos invertidos aumentando el capital permite contar con una mayor capacidad de ahorro con menos esfuerzo.

Por ejemplo (en cifras muy redondas y siendo este un caso teórico), si se invierten 10.000 € en un producto que ofrece una rentabilidad del 10 % anual a un plazo de dos años, al cabo del primer año se habrá ganado 1.000 €. Ante esta situación existen dos opciones:

  1. Recuperar los intereses generados. De esta forma, volvería a haber 10.000 € invertidos al 10 % y se obtendrían otros 1.000 €. Intereses generados al final de los dos años = 2.000 € y, por tanto, un patrimonio final de 12.000 €.
  2. Mantener los intereses invertidos. Así, la inversión ‘inicial’ del segundo año sería de 11.000 €, que tras rentabilizar al 10 %, convierten el total en 12.100 €.

En este ejemplo, al ser a corto plazo, la diferencia no parece significativa, pero si se extrapola a largo plazo, es más abultada. Mediante la primera opción, a 10 años el patrimonio total sería de 20.000 €, mientras que en el segundo, ascendería a 25.937 €, casi 6.000 € más.

Cabe recordar que este es un caso teórico, sin tener en cuenta las fluctuaciones de mercado y otros factores y riesgos que pueden afectar a la potencial rentabilidad del producto e incluso conllevar pérdidas del capital invertido.

En el caso concreto de los planes de pensiones1, dado que son un producto de inversión a largo plazo y en el que los rendimientos generados se mantienen invertidos hasta que se rescata parte o la totalidad del plan, suponen un vehículo idóneo para aprovechar el interés compuesto. Así, la combinación de aportaciones periódicas e interés compuesto constituye una gran combinación para optimizar, en su caso, los rendimientos de la inversión y poder lograr el objetivo marcado.


Publicado el 2 de septiembre de 2022

1Antes de contratar, consulta el nivel de riesgo, las comisiones y la información de cada uno de los Planes de Pensiones comercializados por Open Bank, S.A. detallado en el Folleto Informativo o Documento de Datos Fundamentales para el Participe (DDFP) de cada uno de los Planes de Pensiones, disponible en la ficha de cada plan en www.openbank.es.

Ten en cuenta que toda inversión conlleva riesgos, incluido ausencia de rentabilidad, pérdida del capital invertido y/o el riesgo de tipo de cambio para las productos denominados en divisa distinta del €. Rentabilidades pasadas no constituyen un indicador fiable de las rentabilidades futuras.

Este artículo ha sido redactado sin ánimo de exhaustividad y con efectos meramente informativos, sin que el mismo suponga ningún tipo de asesoramiento o recomendación por parte de Open Bank, S.A. Open Bank, S.A. declina cualquier responsabilidad por la emisión del presente artículo.

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