Banca ética: qué es y cómo beneficia a la sociedad | Openbank

¿Qué es la banca ética y social?

En los últimos años, el concepto de banca ética ha ganado una notable relevancia, impulsado por un creciente interés de los consumidores en alternativas financieras que respeten criterios medioambientales y sociales. Este modelo bancario se basa en principios sólidos como la transparencia, el compromiso con el desarrollo sostenible, el impacto social positivo y el respeto por el medio ambiente.

Pero, ¿qué significa exactamente banca ética y cómo se diferencia de la banca tradicional? A continuación, analizamos sus fundamentos y te explicamos en qué se diferencia de la banca tradicional y qué ejemplos puedes encontrar cerca de ti.

¿Qué es la banca ética y cómo funciona?

La banca ética se refiere a aquellas entidades financieras que adoptan políticas y medidas para generar un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente. Su objetivo principal, más allá de la rentabilidad económica: busca contribuir al desarrollo de iniciativas con un propósito social o medioambiental, promoviendo un modelo sostenible y responsable.

Origen de la banca ética

La banca ética no es una idea nueva. Surgió a comienzos del siglo XX, impulsada por movimientos sociales y cooperativos que querían usar las finanzas como herramienta para mejorar la vida de las personas. Desde entonces, este modelo busca una economía más justa, donde la inclusión financiera y el impacto social estén por encima del beneficio a cualquier precio.

Objetivos que persigue

La banca ética apuesta por un uso responsable del dinero. Apoya proyectos con impacto positivo, como las energías renovables o la economía social, y evita financiar actividades que dañan a las personas o al planeta, como el negocio de las armas, el tabaco o los combustibles fósiles.

¿Cómo funciona la banca ética?

La banca ética no es una moda ni un invento nuevo. Es una forma diferente de hacer banca, con principios claros y un objetivo en mente: que el dinero sirva para mejorar la vida de las personas y del planeta. ¿Cómo lo hace? Muy fácil. Se basa en estos cuatro pilares:

  • Transparencia. Las entidades de banca ética informan a sus clientes de cómo se están utilizando sus fondos.
  • Medioambiental. Solo se financian proyectos que generen beneficios sociales y medioambientales, además de los económicos.
  • Compromiso con la comunidad. A diferencia de la banca tradicional, la banca ética invierte en iniciativas locales que beneficien directamente la comunidad.
  • Rentabilidad responsable. Sí, la banca ética también cree en los beneficios, pero entiende que el verdadero valor está en cómo se logran. Se invierte para impulsar proyectos que cuidan a las personas, protegen el planeta y siembran futuro. Porque generar valor económico no está reñido con generar impacto positivo.

Banca ética: ejemplos que están cerca de ti

Lo cierto es que no todos los bancos operan bajo el modelo de banca ética, pero cada vez existen más opciones tanto en España como en el resto del mundo. De hecho, muchos bancos tradicionales están empezando a incorporar prácticas sociales y medioambientales, o a ofrecer productos financieros vinculados a estos valores. Algunos ejemplos de banca ética que tienes cerca son:

  • Inversión en energías renovables. Muchas entidades apoyan proyectos de energía limpia a través de inversiones responsables.
  • Financiación de proyectos sociales. Las entidades de banca ética impulsan iniciativas como el ecoturismo, promoviendo el desarrollo económico medioambiental.
  • Financiación accesible para personas en situación de vulnerabilidad, con especial foco en el acceso a la vivienda y el apoyo a comunidades excluidas del sistema bancario tradicional. Una forma de promover la inclusión financiera y el desarrollo económico a nivel local.
  • Inversión en proyectos de agricultura sostenible. Apoyo a agricultores que trabajan con prácticas ecológicas, reduciendo el impacto ambiental de la producción agrícola.
  • Fondos que promueven características medioambientales o sociales. Productos que invierten en empresas con buenas prácticas ambientales y sociales, evitando sectores como el armamentístico o los combustibles fósiles.

Estos son solo unos ejemplos representativos aplicados en entidades de nuestro país. Así mismo, reflejan cómo la banca ética española está apostando por este tipo de prácticas en el panorama financiero actual.

Diferencias clave entre la banca tradicional y la banca social

A su vez, para entender mejor las diferencias que tiene la banca ética o banca social (que es un concepto asociado a la banca ética) con la convencional, esta tabla es de lo más representativa. Contrapone los principales aspectos que caracterizan a cada una:

Característica

Tradicional

Banca ética y social

Objetivos

Rentabilidad financiera

Rentabilidad financiera + Impacto social y medioambiental

Transparencia

Limitada

Total. Informa sobre el uso de fondos

Proyectos financiados

Amplia gama, sin restricciones éticas

Solo proyectos que respeten los principios éticos

Beneficios para la sociedad

Indirectos

Directos. Prioriza el desarrollo social y ambiental

En definitiva, mientras que la banca tradicional se centra en generar beneficios económicos, la banca ética persigue un equilibrio entre rentabilidad y responsabilidad social.

Openbank con la banca ética y social

En Openbank creemos que la banca puede (y debe) ser parte del cambio. Por eso impulsamos políticas que combinan eficiencia financiera con un firme compromiso social y medioambiental. Apostamos por una inversión con sentido a través de nuestro servicio automatizado Roboadvisor, que incorpora en nuestras estrategias fondos que siguen criterios ambientales o sociales. Porque invertir también puede ser una forma de cuidar del planeta y de las personas.

Además, integramos nuestra solidaridad en nuestro día a día con iniciativas como Open Solidario y promovemos la educación financiera a través de contenidos accesibles y útiles en nuestro blog.

¿Y la rentabilidad de todo esto?

¿La banca ética puede ser rentable? La respuesta es sí, pero con matices. Si bien este modelo de banca prioriza el impacto social y medioambiental, también quiere y necesita generar beneficios para los inversores. Así mismo, los márgenes pueden ser más ajustados, pero los proyectos financiados por la banca ética tienen una base sólida, lo que garantiza su viabilidad a largo plazo.

En definitiva, hablamos de una alternativa viable y necesaria en el contexto financiero actual que combina rentabilidad con responsabilidad social y medioambiental. Entender qué es la banca ética y cómo funciona te ayuda a decidir mejor dónde y cómo inviertes. Para eso, Openbank ofrece productos y servicios sostenibles por un futuro más ético y responsable. Si quieres saber más, explora nuestro blog y descubre cómo formar parte de este cambio.