¿Cómo funcionan los fondos de inversión?

La flexibilidad, la diversificación y una fiscalidad favorable son los principales puntos fuertes de la inversión en fondos. Sigue leyendo y entenderás por qué se da esta circunstancia y cómo funciona un fondo de inversión.

¿Qué es un fondo de inversión?

Hoy en día, en el mundo de las inversiones, es fácil conocer qué es un fondo de inversión. Sin embargo, una cosa es conocerlos y otra saber cómo funciona un fondo y en qué consiste realmente.

Desde un punto de vista técnico, un fondo de inversión es una Institución de Inversión Colectiva (IIC)1. De forma muy resumida, lo que hace es tomar el dinero de los inversores e invertirlo en diferentes tipos de activos como acciones, letras del tesoro, materias primas e incluso otros fondos. Como cabe imaginar, todas estas decisiones se toman a partir de una estrategia de inversión marcada por su perfil de riesgo.

Por eso mismo se dice que los fondos de inversión son, de por sí, productos diversificados, lo cual supone una de sus principales ventajas. De hecho, esta cualidad hace que sea más difícil cometer uno de los errores más repetidos al invertir: no diversificar y, como se suele decir, poner todos los huevos en la misma cesta.

¿Qué figuras intervienen en un fondo de inversión?

Con la definición anterior ya conoces a dos de las partes que intervienen en un fondo: el inversor, llamado partícipe, y el propio fondo de inversión. Sin embargo, hay otras figuras importantes que te ayudarán a entender mejor cómo funciona el fondo de inversión y también por qué incluye determinadas comisiones.

  • Partícipes. Como acabamos de apuntar, son quienes invierten en el fondo. El nombre se debe a que, al invertir en el fondo, lo que haces es comprar participaciones de este.
  • Sociedad gestora. Es la encargada de gestionar el fondo. En otras palabras, tiene como misión invertir el dinero de los partícipes para hacerlo crecer. Por esta labor cobrará una serie de comisiones.
  • Entidad depositaria. Se encarga de custodiar el patrimonio del fondo. Por lo tanto, es donde está depositado el dinero que lo compone.

Entidad comercializadora. Puede ser la propia sociedad gestora o, más comúnmente, un banco que facilita a los inversores el acceso a la compra del fondo. Por ejemplo, Openbank es la comercializadora de más de 3.000 fondos de las principales gestoras del mundo para invertir en diferentes activos, mercados y sectores.

¿Cómo funcionan los fondos de inversión?

Como hemos apuntado, cuando inviertes en un fondo te conviertes en partícipe. Con tu dinero lo que haces es comprar un número determinado de participaciones del fondo. El número de participaciones que compras con tu inversión dependerá de su valor. Este se calcula dividiendo el patrimonio del fondo, es decir, el valor de los activos que tenga comprados en su totalidad entre el número de participaciones.

Debes saber que, como inversor, vas a poder comprar más participaciones en cualquier momento. Del mismo modo, también tendrás la capacidad de venderlas o traspasarlas cuando quieras a otro fondo (esto solo si el inversor es una persona física).

Al venderlo, tu ganancia/pérdida será la diferencia entre el valor de compra de las participaciones y el valor de venta, así de fácil.

¿Cómo elegir un fondo de inversión?

Un elemento muy importante en el momento de invertir es buscar aquella opción que mayor rentabilidad te pueda proporcionar. Los fondos de inversión no garantizan dicha rentabilidad, pero sus características hacen de ellos productos en los que puede ser más fácil obtener beneficios.

No obstante, esto dependerá del tipo de fondo, ya que no todos presentan el mismo riesgo. Y es que, por regla general, y en teoría, cuanto mayor sea el riesgo que asuma, mayores beneficios se "podrían" obtener. O, dicho de otro modo, quien más arriesga es el que puede ganar (o no) más dinero.

En el momento de elegir un fondo de inversión u otro, una vez que se conoce cómo funciona un fondo de inversión, conviene que analizar qué tipo de inversor eres, ya que eso te hará decantarte por unos u otros, y además proporcionará una información muy útil a los asesores que tengas, en caso de que los necesites. En cuanto a los perfiles, podemos apuntar básicamente tres:

  • Perfil arriesgado. Estos fondos de inversión son los más volátiles, porque no aportan tanta seguridad como otros más conservadores. Por lo tanto, resultan más adecuados para los inversores a los que les gusta obtener mayores beneficios mediante un producto con mayor riesgo, así como para aquellos que piensan en el largo plazo, de tal modo que confían en unos buenos resultados a la larga, a pesar de que pueda haber momentos en los que el fondo experimente un bajón.
  • Perfil conservador. En el otro lado del prisma se encuentran estos fondos mucho menos volátiles y que son más recomendables si eres un inversor que antepone mantener el valor de lo que has invertido. Como hemos apuntado, su cuota de riesgo es menor y eso repercute en unos márgenes de ganancia también menores.
  • Perfil moderado. Su propia denominación deja muy claro que se encuentran a medio camino entre los fondos de inversión más arriesgados y los más conservadores. Por lo tanto, resultan atractivos para los inversores que busquen un equilibrio entre ambas tendencias.

Tipos de fondos de inversión

Dicho esto, existen varias tipologías de fondos de inversión, algunas de las cuales mencionamos a continuación. Según su vocación inversora, distinguimos entre:

  • Fondos monetarios. Las inversiones se concentran en activos de renta fija muy líquidos con plazos de vencimiento inferiores a 18 meses, pero no en bonos convertibles ni canjeables.
  • Fondos de renta fija. Invierten en activos de renta fija —en sus diferentes vertientes y plazos, como pueden ser las emisiones de deuda corporativa o soberana—.
  • Fondos de renta variable. Se caracterizan por invertir en acciones de manera global, sectorial o regional.
  • Fondos mixtos. Mezcla renta fija y renta variable en diferentes proporciones
  • Fondos garantizados. Les define la seguridad adicional que te ofrecen, pues garantizan que recuperarás la totalidad o parte de la inversión inicial.
  • Fondos de gestión pasiva. Generalmente replican un índice. Se crea una cartera de inversión bien diversificada y estable que se mantiene a lo largo del tiempo, en el que se hacen pequeñas modificaciones para reajustarla.
  • Fondos globales. Son fondos que pueden invertir en cualquier activo, mercado o divisa, sin necesidad de tener establecidos los porcentajes que se destinarán a cada tipo de activo.
  • Fondos temáticos. Son fondos especializados en rentabilizar la inversión en grandes tendencias, como por ejemplo, fondos indexados, value investing, fondos de materias primas, fondos que invierten en energía o tecnología.

Comisiones de los fondos de inversión

Por otro lado, invertir implica pagar comisiones. La diferencia es que con unos productos y bancos pagarás más que con otros. En el caso de los fondos de inversión, las comisiones están limitadas por ley y pueden ser las siguientes:

  • Comisión de suscripción y reembolso. Se paga al comprar o vender participaciones y el máximo legal es del 5 % en cada suscripción o reembolso, aunque muy pocos fondos tienen estas comisiones.
  • Comisión de gestión o de éxito. Esta es una comisión que cobra la gestora por su trabajo. Esta comisión puede ser de gestión (máximo 2,25 % sobre el capital invertido), de éxito (máximo del 18 % sobre el beneficio que logres) o de gestión más éxito (máximo 1,35 % de gestión más 9 % de éxito).
  • Comisión de depósito. Se paga a la entidad depositaria por mantener los fondos y es de un máximo del 0,2 %.

En definitiva, los fondos de inversión son unos vehículos de inversión que facilitan el acceso a diversos mercados y sectores. Su rentabilidad no está garantizada e incluso pueden generar pérdidas en el capital invertido, pero también, podrían reportar una mayor rentabilidad.

1Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de Instituciones de Inversión Colectiva. Exposición de motivos IV

Si inviertes en fondos de inversión con Openbank, solo tendrás que preocuparte por las comisiones que aplique la gestora del fondo que has elegido y que no dependen de nosotros: no pagarás comisión de traspaso, suscripción, custodia ni reembolso.

Ten en cuenta que toda inversión en Fondos de Inversión conlleva riesgos, incluidos el riesgo de ausencia de rentabilidad, pérdida del capital invertido y/o el riesgo de tipo de cambio para los productos denominados en divisa distinta del €.

Antes de contratar, consulta el nivel de riesgo y la información de cada uno de los Fondos de Inversión comercializados por Open Bank, S.A. está detallado en el Folleto Informativo o Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (DFI) de cada uno de los Fondos de Inversión, disponible en https://www.openbank.es. y https://www.cnmv.es

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