¿Qué es un Bear Market y cómo invertir en él? | Openbank

Bear market: qué es y estrategias para invertir en mercados bajistas

En las finanzas, anticiparse a la caída de precios es fundamental. El bear market es un periodo marcado por la caída sostenida de los mercados de valores, generalmente en más de un 20 %, y puede generar ansiedad a muchos inversores. Sin embargo, también puede ofrecer oportunidades si se adoptan planes estructurados y un enfoque a largo plazo. En este artículo definiremos con precisión qué es un bear market, sus causas, cuánto suele durar y las estrategias más habituales para invertir cuando los mercados están en descenso.

Significado de “bear market”

El bear market, por significado, se refiere a un mercado en el que los precios de los activos disminuyen de forma constante y prolongada. En español, el equivalente o su traducción más común es “mercado bajista”.

A su vez, el término “bear” (oso) evoca la imagen del animal que ataca empujando hacia abajo, simbolizando la tendencia negativa del mercado. Desde la perspectiva de la inversión, en un entorno así predomina el pesimismo y la percepción de riesgo. Algo que puede afectar tanto al sentimiento de los inversores como al acceso a nuevos fondos.

¿Cuánto dura un bear market?

En cuanto a su duración, no existen plazos fijos o exactos. No obstante, históricamente, estos periodos a la baja suelen abarcar entre 6 y 24 meses:

Periodo

Duración aproximada

Notas

Corto plazo3–6 mesesCorrección tras un pico.
Medio plazo6–12 mesesFase típica de un mercado bajista.
Largo plazo12–24+ mesesDepende de la profundidad de la crisis.

Por ejemplo, la fase de caída asociada a la crisis de la COVID-19 en marzo de 2020 fue severa pero relativamente breve (~1 mes), seguida de una recuperación rápida. En contraste, la crisis financiera de 2007–2009 duró más de un año, con efectos globales.

Causas de un bear market

Ahora bien, ¿por qué se da? Las causas de un mercado bajista pueden ser muy variadas, aunque, normalmente, pertenecen a dos grandes tipos: económicas o externas e imprevistas.

1. Factores económicos

  • Recesión o contracción del PIB.
  • Políticas monetarias restrictivas, como subidas de los tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) o la Reserva Federal de Estados Unidos.
  • Aumento del desempleo.
  • Inflación alta y persistente, que reduce el poder adquisitivo.

2. Factores externos e imprevistos

  • Crisis bancarias o financieras, como quiebras, rescates, etcétera.
  • Conflictos bélicos o tensiones geopolíticas, como invasiones o sanciones.
  • Desastres naturales graves.
  • Cambios regulatorios adversos.

Es más, ambos tipos de causas pueden coincidir, intensificando las caídas bursátiles y afectando tanto a la inversión como a la economía real.

¿Cómo invertir en un bear market?

¿Y qué ocurre cuando se da? En un mercado bajista, el objetivo debe ser proteger tu capital y, cuando las condiciones lo permitan, posicionarse de manera prudente para el futuro. A continuación, se describen tres enfoques observados entre los inversores en este tipo de entornos.

1. Estrategias para proteger el capital

  • Diversificación: distribuir el patrimonio entre distintas clases de activo, ya sean acciones, bonos, inmuebles, oro… puede contribuir a reducir el impacto de caídas sectoriales.
  • Activos refugio: oro físico o ETFs de oro, bonos gubernamentales de alta calificación crediticia suele valorarse en fases de inestabilidad.
  • Coberturas: los contratos de futuros sobre índices (suele ser la primera alternativa para grandes inversores) o la compra de puts pueden servir para compensar movimientos adversos del mercado, aunque su uso requiere conocimiento especializado.
  • Stop-loss en bolsa: fijar límites de pérdida o ganancia ayuda a establecer una gestión más disciplinada del riesgo.

Pongamos un ejemplo práctico. Una persona con 1.000 € podría destinar:

  • 50 % en bonos del Tesoro español.
  • 20 % en oro a través de un ETF.
  • 30 % en acciones de sectores defensivos (alimentación o salud, entre otros).

Este tipo de distribución suele asociarse a una menor volatilidad, aunque no elimina los riesgos del mercado.

2. Aprovechar oportunidades

  • Acciones de calidad a precios bajos. Las empresas con balances sólidos y flujo constante de caja suelen mostrar mayor estabilidad. En ocasiones, sus valoraciones pueden verse reducidas de forma temporal durante episodios de pánico. Algunos inversores optan por realizar compras escalonadas, repartiendo la inversión en distintos momentos del ciclo bajista para reducir el impacto de la volatilidad sobre el precio medio (dollar-cost averaging).
  • Sectores defensivos. Ámbitos como la salud, la alimentación o los suministros básicos tienden a ser más estables frente a entornos inciertos.
  • Empresas con dividendos consolidados. En entornos bajistas, los dividendos pueden ofrecer una fuente de rentabilidad recurrente incluso cuando el precio de las acciones fluctúa.
  • Rebalanceo de cartera automático. Ajustar periódicamente la composición de los activos puede ayudar a mantener el nivel de riesgo objetivo, aumentando la exposición a activos que han corregido y reduciéndola en los que han subido (dollar-cost averaging).
  • ETFs inversos. Estos activos replican la caída de determinados índices. Dado su elevado riesgo y complejidad, suelen estar destinados a perfiles con un conocimiento avanzado del mercado.

En todo caso, veamos un ejemplo de cómo aprovechar la oportunidad de un bear market. Supongamos que IBM, con buena rentabilidad por dividendo y un flujo de caja estable, cotiza con descuento. En ese caso, como inversor asignas un 10 % de tu cartera, con horizonte de 3 años, esperando recuperación.

3. Corto vs. largo plazo

Otra forma de aproximarse a un bear market es analizar las posibles diferencias con el corto y el largo plazo.

Así que, en el corto:

  • Utiliza stop-loss claros. Puede ayudar a limitar pérdidas.
  • Aprovechar eventuales rebotes técnicos solo si existe una expectativa razonable de recuperación.

Al mismo tiempo, para el largo plazo:

  • Mantener posiciones en empresas con fundamentos sólidos (por ejemplo, aquellas con ventajas competitivas o que son líderes en su sector) puede resultar adecuado según el perfil de riesgo del inversor.
  • Identificar señales de reversión: incremento del volumen de compra o mejora de datos macroeconómicos.
  • Paciencia: un bear market puede anticipar la llegada de un bull market.

Sin ir más lejos, un ejemplo sería el del inversor que mantiene posiciones en una empresa tecnológica fuerte. Frente a una caída del 40 %, decide no vender de inmediato, pues ve que sigue liderando en I+D. Tras 18 meses, las cifras mejoran y el precio se recupera con creces.

De todas formas, es importante diferenciar entre análisis técnico y fundamental y aplicar bien cada uno:

  • Fundamental: revisa ingresos, márgenes, deuda, situación macro. Se utiliza para identificar empresas resilientes.
  • Técnico: busca soportes, divergencias, patrones de rebote. Se utiliza para definir puntos de entrada o salida.

Diferencia entre bear market y bull market

Y ya que lo hemos mencionado en el apartado anterior, este es el punto ideal para señalar la diferencia entre bear market y bull market. A grandes rasgos, se distinguen por lo siguiente:

  • Bear market: caída sostenida > 20 %. Sentimiento negativo.
  • Bull market: subida sostenida > 20 %. Optimismo general.

Aprender la diferencia es fundamental a la hora de ajustar estrategias. Así que para saber más sobre qué es cada término, explora más sobre ambos.

¿Cuándo y cómo empezar a comprar en un mercado bajista?

En entornos bajistas, muchos inversores optan por aplicar estrategias que les permitan distribuir el riesgo y mantener una exposición controlada. A continuación, se describen algunos pasos habitualmente considerados para empezar a invertir en un bear market:

  1. Definir tu perfil de riesgo: ¿cuánto puedes perder?
  2. Analiza sectores y empresas sólidas con un crecimiento sostenible.
  3. Realizar aportaciones periódicas para minimizar el error de sincronización.
  4. Planificar revisiones fijas, o sea, plantea rebalanceos trimestrales.
  5. Mantener disciplina emocional y no te dejes llevar por el miedo.

Por ejemplo, Juan invierte en una empresa del sector alimentario 10.000 € de la siguiente manera:

  • 3.000 € al inicio de la caída para posicionarse cuando los precios bajan, sin esperar al mínimo.
  • 3.000 € en una fase de estabilización o primeros signos de recuperación, cuando los precios muestran menor presión vendedora.
  • 4.000 € reservados para posibles ajustes adicionales si el mercado continúa bajando, aprovechando precios más atractivos.

¿Qué logra Juan con esta estrategia? Promedia el precio de compra y así evita pagar el precio más alto y reduce el riesgo de invertir todo justo antes de una caída mayor. De esta forma, minimiza los efectos de no conocer cuándo será el mínimo del mercado. ¿El resultado? Juan consigue un precio medio más bajo que si hubiera comprado todo cuando el precio estaba más alto.

En resumen, el bear market no siempre es una amenaza y es una oportunidad. Con una estrategia orientada a la protección y otra centrada en la búsqueda de ventajas, es posible gestionar un mercado bajista con mayor preparación. Eso sí, definir objetivos y perfil de riesgo, establecer reglas de entrada, salida y revisión, aplicar herramientas de gestión como los stop‑loss y los análisis técnicos y fundamentales y, sobre todo, mantener la calma y una visión de largo plazo. Todo ello junto con una buena educación financiera se encuentra en Openbank.