¿Qué es el TER de un fondo de inversión?
Conocer todos los elementos de un fondo de inversión antes de invertir en él es importante. Siempre se suelen mencionar la política de inversión o el perfil del riesgo, pero también es muy relevante analizar qué gastos tiene el fondo, ya que esto repercutirá en su rendimiento, como veremos más adelante.
Los gastos más conocidos son las comisiones de gestión y depósito, así como las de suscripción o reembolso, pero junto a ellas, el fondo soporta otros gastos que conviene saber a cuánto ascienden, siendo el indicador TER de los fondos de inversión la forma más sencilla de conocerlos. Según indica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)1, a través del TER (Total Expense Ratio, por sus siglas en inglés) se indica el porcentaje que suponen los gastos totales soportados por el fondo en relación con su patrimonio medio, desde el principio del año natural hasta la fecha.
Los gastos totales que se contabilizan en el TER incluyen las anteriormente mencionadas comisiones de gestión y depósito y, además, otros gastos de explotación y/o administración, como los costes de auditoría o legales, e incluso la comisión de éxito en el caso de los fondos que la contemplan. Así, el TER, aglutina en una cifra (normalmente expresada en porcentaje) todos los gastos del fondo y permite conocerlos de un vistazo. Se trata, además, de un dato público que la gestora de cada fondo debe facilitar.
¿Por qué conviene conocer el TER de un fondo de inversión?
Como hemos mencionado anteriormente, estos gastos impactan directamente en la rentabilidad final del fondo, ya que los costes se restan de los beneficios del fondo2. De hecho, el valor liquidativo de los fondos se publica una vez descontado el TER3. Por tanto, como señala el regulador1, “cuanto menor sea este porcentaje, mayor beneficio podrán tener los partícipes”.
Asimismo, también permite realizar una comparación entre fondos de la misma categoría para saber si los costes asociados al fondo se encuentran dentro de un rango razonable o si, por el contrario, estamos pagando de más respecto a sus iguales.
En este sentido, es importante subrayar que deben ser de la misma categoría o muy similares, ya que algunos gastos varían en función de ciertos aspectos, como, por ejemplo, los activos en los que invierte el fondo. También suele diferir el TER entre los fondos de gestión pasiva y los de gestión activa, y en estos últimos suele ser más elevado, ya que el número de transacciones (por ejemplo, la compra o venta de valores) suele ser mayor2.
Por tanto, el TER de un fondo de inversión es uno de los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir y contratar un fondo de inversión. Especialmente si dudamos entre varios, puesto que nos puede ayudar a comparar o, al menos, nos permitirá saber cuánto estamos pagando de gastos en el fondo y, por tanto, restando a nuestra posible rentabilidad.